Medidas: 40 cm x 30 cm
Habla del instante en que una persona decide enfrentarse a su propio corazón.
La mano no domina ni abandona: reconoce.
El corazón, expuesto y vulnerable, recuerda que incluso lo que duele sigue vivo.
Es un gesto de valentía interior: sujetarse a uno mismo cuando más pesa.